¿Agotado de las videollamadas?

Un psicólogo explica todas las razones por las que, con el tiempo, las videollamadas se pueden convertir en una fuente de ansiedad.
El resultado es un intento constante de comprender lo que se ve, que con el tiempo se termina convirtiendo en una posible fuente de ansiedad.
Los problemas técnicos, si se dan, también pueden ser una fuente de problemas. Por ejemplo, si cada cierto tiempo es necesario corregir problemas en el micrófono o la cámara, no solo se interrumpe la fluidez de la conversación, sino que se genera nerviosismo. Para colmo, si hacemos un comentario en una llamada grupal, pero no nos contestan por un problema eventual de la conexión, esto puede hacernos sentir mal y potenciar la sensación de aislamiento.
via. hipertextual.com
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